Numerosos lugares de Venezuela, hasta hace poco evocaban con fe la canonización del queridísimo beato José Gregorio Hernández que, para muchos, ya es santo desde hace varios años.
En horas de la mañana del pasado martes 25 de febrero, nuestro queridisimo insigne beato fue noticia para Venezuela y el mundo, cuando se dio a conocer que el Papa Francisco autorizó la canonización de nuestro primer santo venezolano, luego de setenta y seis años de espera para conseguir el objetivo. la decisión fue tomada tras la audiencia concedida en el Hospital Romano Policlínico Gemelli , donde está recluido el papa desde hace aproximadamente tres semanas.
El doctor José Gregorio Hernández, nació el 26 de octubre de 1864, en Isnotú estado Trujillo. Su cuna fue humilde y era el mayor de seis hermanos. Su madre estaba dedicada a labores de hogar y su padre era comerciante. A sus ocho años quedó huérfano por parte de mamaa y en sus primeros años de vida manifestó el deseo de estudiar Derecho en su vida adulta.
Su padre, quien además de ser comerciante, también despachaba en una farmacia, lo convenció para que estudiara medicina y a la edad de diesisiete años ingreso con un excelente promedio a la facultad de medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en Caracas.
Algo particular en la vida del doctor José Gregorio Hernández, es que, desde joven, al mismo tiempo que estudiaba, también trabajaba para apoyar económicamente y una vez finalizada su carrera, decide regresar a su pueblo natal -Isnotú- para ejercer su profesión y servirle a su gente.
Transcurrido un año ejerciendo en los estados andinos de nuestro país, decidió partir a París para continuar formándose. Gracias a su avance, hoy en día es considerado el impulsor y pionero de la docencia científica en nuestro país, además de considerarse un gran religioso, dedicando gran parte de su vida al servicio católico.
Año tras año, diferentes manifestaciones de fe han proclamado al doctor José Gregorio como un santo. Cuenta la leyenda, que numerosos enfermos evocan con fe para ser visitados y sanados por el doctor, que milagrosamente se ha presentado en diferentes lugares para responder al llamado de quienes se entregan a él para sanar. Hasta la fecha, miles de personas suelen retribuirles favores y gracias por devolverle la salud.
Se hizo famoso el caso de la niña Yaxury Solórzano, de diez años de edad, quien el diez de marzo del 2017, (dia del medico en Venezuela), resultó herida de bala en la cabeza, luego de que unos delincuente interceptaron a su padre para robarle la moto. Este hecho ocurrió en el estado Guárico. Al enterarse su madre de lo ocurrido, inmediatamente imploro con fe al doctor José Gregorio Hernández, para que sanara a su niña, quien presentaba un cuadro clínico complicado, según le habían informado los médicos.
Ella recordó que el médico de los pobres, solía atender y acudir al llamado de quienes lo evocaban con mucha fe. La niña salió bien en la operación y su recuperación fue progresiva.
Este hecho, hasta el momento no tiene explicación científica alguna, es esa la razón, que misteriosamente los médicos y fuentes cercanos a esta historia, le reconocen como una más de los milagros del doctor José Gregorio Hernández y por lo tanto, una razón más para lograr su canonización al ser reconocido por la iglesia catolica.
El médico de los pobres, el doctor José Gregorio Hernández, falleció el 29 de junio de 1919 cuando salía atender una emergencia, pero lastimosamente fue atropellado por un joven mecánico en la esquina de Amadores, La Pastora, Caracas – Venezuela y el doctor cayó golpeándose el cráneo con la acera.